Por:
Martha Isabel Moncada
Promoción 2010
Hoy llegamos al punto máximo de la montaña, la cual empezamos a escalar desde hace 11 años (Claro que para algunos 12, 13, hasta 14 años), pero lo realmente importante fue que no nos rendimos y hoy estamos plantando una semilla que algunos regarán y crecerá y crecerá hasta llegar a ser un árbol muy frondoso y con muchos frutos.
Por eso queremos agradecer a los que siempre creyeron en nosotros, confiaron en nuestras capacidades y siempre tuvieron la palabra precisa, en el momento indicado. También agradecemos a los que hicieron que nuestra meta se alejara cada vez más e hicieron que nuestro camino hacia la cima fuese una Odisea, a ellos mil gracias porque hoy pudimos demostrarle nuestra fortaleza.
Agradecemos el apoyo de nuestros padres y maestros que con gran sabiduría nos guiaron y reprendieron con el fin de encaminarnos hacia nuestra meta.
De esta etapa nos quedan muchos recuerdos bonitos y nostalgias que siempre quedarán marcadas en nuestra memoria: paseos inolvidables, momentos mágicos, juegos de niños y conflictos, que no faltan.
A los que quedan les deseamos éxitos y que por favor aprovechen el examen perdido, los regaños, los logros obtenidos, porque hoy nos damos cuenta que no fue en vano nuestros esfuerzos, les deseamos que muy pronto sientan también esta enorme felicidad.
Personalmente agradezco
A mis Compañeros:
Oscar: Por ser fiel compañero de alegrías y de mágicos momentos.
Heidy: Compañera inolvidable, la recordaré por su paciencia y su tolerancia.
Johan: Por su incondicional apoyo y por el cariño que repartía, sin interés alguno.
Angélica: Por su alegría y sus chistes malos, siempre la llevaré en mi memoria.
Helior: Amigo incomparable, de muchas virtudes: ¡Gracias por tu apoyo!
Yisela: Algo habladora, pero única compañera consejera y paciente. Comprendí que es de sabios escucharte.
Julián: Siempre atento, siempre modesto, siempre dispuesto a ayudar: ¡Gracias amigo!
Cristina: La consentida y caprichosa, sabes que marcaste mi corazón con tu nombre.
Diego: Muy modesto y decente, ¡Excelente compañero!
Fáber: Alegre, inteligente, honesto y amable, sinceramente es interminable la lista de tus virtudes.
A mis maestros para siempre:
Milena: Gracias por tu incansable apoyo y tu lucha continua por hacernos siempre los mejores. Tu sabiduría y profesionalismo marcarán para siempre mi memoria.
Nina: Por su interminable lucha y colaboración, siempre tan activa y dinámica, dispuesta a ayudar sin interés, sabemos que todo lo haces por amor y vocación.
Carlos Alberto: Lo recordaré porque nunca se altera y sabe con qué palabras reprender y aplacar, sin necesidad de gritar.
Manuel: No podía faltar “El mono”, siempre tan noble y agradecido. Con su paciencia se sabe ganar el cariño de todos.
Néstor: Mis agradecimientos, ya que de no ser por él hoy no nos estaríamos graduando aquí, en nuestro colegio.
En fin, perdónenme los que no mencioné, pero que siempre me apoyaron, todos saben que grabaré sus nombres en mi memoria y jamás los olvidaré.
¡GRACIAS, MUCHAS GRACIAS!
